Esta nueva legislación de la Comisión Europea se compone de dos importantes leyes: la norma de Diseño ecológico (ErP) y la de etiquetado energético.
La normativa ErP no sólo definirá aquellos productos que puedan ser instalados a partir de Septiembre de 2015, también cambiará la forma de calcular los rendimientos de los generadores de calor. Uno de los cambios más importantes será el uso del PCS (Poder Calorífico Superior) de los combustibles. Hasta ahora en nuestro sector se utilizaba el PCI (Poder Calorífico Inferior) para definir la eficiencia de los equipos, esto nos proporcionaba valores cercanos o superiores al 100% de rendimiento. Algo que era, desde el punto de vista más purista, una manera inexacta de hacer los cálculos ya que no se tenían en cuenta el calor latente del vapor de agua originado durante la combustión. Al utilizar el PCS para hacer el cálculo de rendimiento, los valores resultantes serán más realistas, pero muy inferiores a los que estamos acostumbrados.
Como resumen, podemos decir que esta legislación prohibirá los productos menos eficientes. Los mínimos de eficiencia establecidos difícilmente podrán ser alcanzados por calderas convencionales, la caldera de condensación será la principal protagonista a partir del 2015.